El club parisino Essaim abrirá sus puertas bajo la dirección artística de Concrete

Se ha prometido el sonido de L’Acoustics, una programación cuidadosamente seleccionada y precios de bar accesibles

El espacio, que ocupará los antiguos emplazamientos de Club Carbone y Bisou Club, entre Gare du Nord y Gare de l’Est, tendrá una capacidad de 400 personas por evento. Según un comunicado de prensa, las pantallas LED y los grandes escenarios se sustituirán por cabinas de DJ a nivel de la pista de baile y una iluminación ambiental más sutil.

El sonido correrá a cargo de L’Acoustics y se mejorará mediante trampas de sonido y trabajos de superficie para eliminar las «zonas muertas». El local está gestionado por una nueva asociación entre Brice Coudert, fundador y director artístico de la institución techno parisina muy añorada Concrete, Jonathan Malaisé, que era el director técnico y de producción del club, y David Bossan y Tommy Gin.

Antoine Hernandez, coprogramador del festival Positive Education de Saint-Étienne, también participa. Junto con Coudert, que actualmente programa los festivales Weather, Mutant., Antiverse y Underscope, la pareja se encargará de la curaduría de los carteles en la nueva dirección.

Essaim también se compromete a mejorar la experiencia y la inclusión del público. Según un comunicado de prensa, el club responderá a «la falta de atención al bienestar y la comodidad de los visitantes en los clubes franceses» al «ofrecer una recepción amable y acogedora a cada persona que cruza la puerta… un bar con precios mucho más accesibles… y un aforo controlado que garantiza que nadie se sienta apretado».

Concrete, que funcionó de 2012 a 2019, ocupó una barcaza que flotaba en el río Sena y fue considerado uno de los clubes más influyentes de Europa durante un tiempo, elogiado por artistas como Laurent Garnier por escribir «un gran capítulo en la historia de la vida nocturna parisina». Además de sus invitados, el local de tres plantas se hizo famoso por la calidad de sus residentes, entre ellos Leo Pol, Shlømo, Cabanne y François X. Cerró tras una disputa con la empresa propietaria del barco, a pesar del amplio apoyo, incluido el del entonces vicealcalde, Frédéric Hocquard.