21 de abril de 2025Artículos, Entrevistas Off Comments off on Entrevista con Tony Corbin de Chemiztri Recordings

Entrevista con Tony Corbin de Chemiztri Recordings

Entrevista con Tony Corbin de Chemiztri Recordings

Bienvenido, Tony Corbin, a nuestra serie de entrevistas con sellos discográficos. Eres el fundador y alma de Chemiztri Recordings, un sello independiente con sede en Londres, activo desde 2012. El sello cuenta con más de 2000 lanzamientos, de los cuales aproximadamente la mitad han sido producidos por ti bajo distintos álteres ego, explorando una amplia gama de estilos y subgéneros dentro de la música house. Pero no perdamos más tiempo con presentaciones, y vamos al grano. Comencemos la entrevista! (Ten en cuenta que esta entrevista fue realizada originalmente en inglés; lo que sigue es la traducción al español).

Hola Tony, ¡Bienvenido a RevistaDJ!
Vimos que utilizas los nombres artísticos B.A.N.G! y Next Door But One. ¿Cuál es la diferencia entre ambos?

Claro. Pues mira, Next Door But One fue el primer alias que lancé con Chemiztri, allá por 2012 o así. Ese proyecto me permite experimentar un poco más, moverme hacia terrenos más atmosféricos, el lado más profundo del house. Incorporaba mucho spoken word, texturas ambientales… en definitiva, era un sonido más leftfield, más introspectivo.

En cambio, B.A.N.G! tiene un enfoque más energético, con toques disco, un house más groovero con influencias clásicas. A día de hoy, las fronteras entre ambos estilos a veces se difuminan, pero la esencia sigue ahí.

Y ojo, no son los únicos alias que uso… También está Medicine, que va más en la línea del tech house y el bass house… ¡y hay algunos más por ahí, jaja!

 

¿Qué fue lo que te atrajo en un principio hacia la producción musical?

Pues mira, desde niño me encantaba sentarme con mi padre a escuchar discos en el equipo de sonido. Tenía esa fascinación por cómo se construía la música: los pequeños detalles, los instrumentos, cómo estaban ubicados en la mezcla… Me llamaba mucho la atención.

Recuerdo que hablaba de eso con la gente y me miraban raro: “¿Pero de qué hablas?”. Yo decía: “¿Has oído esa guitarrilla ahí al fondo?” Cosas así.

Tenía buen oído desde pequeño. Y ya de adolescente, empecé a tocar teclados y a meterme en bandas, a grabar en estudios… Cuando llegábamos al momento de mezclar, notaba que a veces no había una dirección clara. Aunque tuviéramos un técnico, nadie le orientaba.

Y pensé: “Me gustaría tener más control sobre el sonido final”. Así fue como me empezó a picar el gusanillo de la producción.

Cuéntanos cuál fue la idea detrás del sello y qué te motivó a fundarlo.

Claro, pues mira… La verdad es que no me considero una persona especialmente emprendedora, así que no fue por visión de negocio ni nada por el estilo.

Básicamente, empecé a lanzar las tracks yo mismo, porque era una forma de dar salida a mi música. Estaba produciendo mis propios temas y pensé: “Bueno, quiero lanzar esto”, lo cual también está muy relacionado con el tema de los alias. Pensaba: “Si tengo un sello, no quiero que todo salga simplemente con el nombre de Tony Curbin”.

Ese fue, en esencia, el inicio. Pero a medida que algunos lanzamientos empezaron a funcionar mejor y a tener más visibilidad, más gente comenzó a enviarme demos, y pensé: “¿Y ahora qué hago con esto?”.

Así que empecé a fichar temas de otros artistas, y poco a poco me fui metiendo en la gestión diaria del sello. Todo fue creciendo casi sin quererlo. En realidad, lo monté para publicar mi propia música, pero con el tiempo se transformó en algo más amplio, acogiendo también proyectos de otros productores.

¿Qué criterios tienes en cuenta a la hora de fichar a un artista para tu sello? ¿Qué es lo que realmente te importa: el tipo de imagen, el sonido…?

Normalmente busco música que tenga alma, un poco de groove o feeling.
No me refiero necesariamente a algo súper profundo, sino a ese toque funky, ese detalle que hace que la pista tenga carácter… eso fue lo que me enganchó desde el principio.

Me fijo en los elementos musicales. Hay muchos productores jóvenes que están recuperando ese tipo de sonido. Aunque sea una producción actual, puedes notar elementos que recuerdan a la escena house de hace 20 años. Y eso me gusta. Creo que ese tipo de sonido sigue siendo muy vigente. Llevo mucho tiempo en esto, y lo noto enseguida cuando una pista me llama la atención.

También busco algo que se salga un poco de lo habitual, que tenga personalidad, un sonido propio que diga: “Vale, esto suena distinto”. Eso me atrae mucho más que si sigue una fórmula predecible.

No me fijo demasiado en las redes sociales. Sé que muchos sellos grandes miran el número de seguidores, las estadísticas, etc. Pero he trabajado con artistas que tienen muchísimos seguidores en redes, y eso no siempre se traduce en fans reales de su música.

Las redes sociales dependen de muchos factores ajenos a la calidad musical. Así que no me parecen un buen indicador. En el house, especialmente, creo que sigue primando lo que se siente en la pista.

Normalmente, cuando la gente va a una discoteca y algo que realmente les impacta de la música, no les importa lo que esté pasando. Lo que importa es cómo les impacta esa melodía, y a eso es a lo que responden.

¿Cómo ves la música house dentro de cinco años?

Es una pregunta complicada. Es difícil de prever, pero creo que… uno se imagina que la inteligencia artificial va a jugar un papel más importante.

Hay muchos DJs que están intentando aprender producción —unos con más éxito que otros—, y me pregunto si muchos acabarán recurriendo a la IA como un atajo para crear música, lo cual, en mi opinión, no es positivo.

Como te comenté antes, me gusta que la música tenga personalidad. Así que lo que realmente espero es que no perdamos eso, que la personalidad artística siga estando presente en las producciones.

Aun así, soy optimista, porque veo que muchos productores jóvenes están recuperando elementos clásicos del house. Creo que eso va a continuar, porque hay una necesidad de conectar con las raíces del género. Así que, independientemente de cómo evolucione la tecnología y el uso de la IA, creo que seguirá habiendo buena música.

¿Cuáles son algunas señales de alerta que podrían hacerte rechazar a ciertos artistas?

Sí, una de las principales es el uso poco original de samples. Por ejemplo, los típicos paquetes de samples. Cuando escucho una demo con una vocal completa de un pack, sin ningún tipo de edición ni trabajo creativo, para mí es una red flag total.

Yo también utilizo packs de samples, claro, pero intento siempre manipularlos, recortarlos, darles la vuelta, tratarlos… incluso si es solo un pequeño loop de guitarra, intento integrarlo de forma creativa en el tema.

Pero si alguien simplemente arrastra el sample tal cual y lo coloca encima de la base, eso me da a entender que no hay intención artística real.

Te sorprendería la cantidad de demos que recibo con la misma vocal exacta de un sample pack que ya he escuchado mil veces. Y pienso: “Venga ya, esto no aporta nada nuevo”.

El tema de los samples puede ser un terreno complicado, ¿no?

Sí, puede ser un verdadero lío.
Lo bueno de muchos de esos packs —de sitios como Splice, Loopmasters y demás— es que no conllevan royalties, así que en teoría no hay problemas legales. Pero desde un punto de vista creativo, sigo pensando que hay que usar esos recursos con ingenio.

Los samples extraídos de discos, por otro lado, intento evitarlos completamente. Por ejemplo, hace años hice un tema con Next Door But One, se llamaba Art of the Matter, y utilicé algunos samples de una banda de rock de los años 70.

Me pidieron el 100% de las regalías… y pensé: “¡Esto no tiene ningún sentido!”. Había invertido mucho tiempo en esa producción.

 

Al final tuve que regrabar las partes sampleadas, remezclar todo el track… fue un proceso muy largo, y cuando terminé, ya se había perdido totalmente el impulso del lanzamiento. Una verdadera pesadilla.

Así que hoy por hoy, si me llega algo que usa un sample directamente sacado de un disco, mi respuesta es: “No, gracias”. Demasiado problemático.

Lo curioso es que si te das una vuelta por ciertas listas de novedades —como algunas de nu-disco— parece que hay muchísima gente que lo sigue haciendo… y ni idea de si tienen los derechos o no. Es bastante difuso todo ese mundo.

¿Podrías compartir un momento memorable o decisivo de tu carrera relacionado con el lanzamiento de tus canciones?

Sí, diría que uno de los primeros momentos importantes fue con el tema Art of the Matter, de Next Door But One. Fue de mis primeras producciones, y hubo muchas “primeras veces” con ese tema: la manera en que lo trabajé, la cobertura en radio que recibió… Fue una etapa que marcó un punto de inflexión para mí.

También hice algunos remixes, como uno para Chicken Lips, que en ese momento eran bastante populares. Todo eso me hizo sentir que estaba dando pasos reales en la dirección correcta.

Y más allá de la música, también viví momentos decisivos mientras trabajaba como periodista musical, algo muy parecido a lo que tú haces ahora.

Tuve la suerte de entrevistar a artistas como Mary J. Blige, Jazzy B (de Soul II Soul), Mark Ronson y A Guy Called Gerald. Todas esas conversaciones fueron muy inspiradoras, y me impulsaron a querer mejorar como productor. Me hacían pensar: “Sí, esto es lo que quiero hacer. Este es mi camino”.

Desde 2012, ¿cuál ha sido tu tema más exitoso? ¿Y cuál dirías que es tu favorito?

En términos de éxito, el tema que realmente destacó fue B.A.N.G! – Climb, que salió en 2019. Fue un auténtico bombazo, la verdad. Tuvo muchísimo apoyo en radio, desde BBC Radio 1 hasta Kiss FM, con varios de los DJs más importantes pinchándolo en sus sets.

 

 

Incluso empecé a recibir mashups de otros artistas, usando el track combinado con otros temas… Fue una locura. Y si antes hablábamos de momentos decisivos, este fue sin duda uno más, porque Climb abrió muchas puertas.

Además, también es uno de mis favoritos. Me gusta mucho la forma en que trabajé las capas, es una mezcla de interpretación propia y samples bien integrados. Sigo sintiéndome muy orgulloso de ese tema.

Es difícil elegir un favorito, como le pasa a la mayoría de los artistas. Pero si tuviera que nombrar otro, mencionaría Believe, también de Next Door But One. Es muy atmosférico y emotivo, y creo que ha envejecido muy bien. Aún suena actual.

 

 

Así que, sí, hay varios temas que considero especiales, pero si hablamos de éxito comercial, Climb se lleva el primer puesto sin duda.

¿Hay algún lanzamiento nuevo e interesante próximamente?

Sí, la verdad es que tengo varios proyectos que me tienen muy ilusionado. Próximamente saldrá nuevo material de Next Door But One, B.A.N.G! y Medicine, todos con fecha de publicación en las próximas semanas.

También he firmado un par de temas de productores italianos. Uno es de Garas, en colaboración con MF Productions, Kide y Walter Russo, y el otro es de Andrea Bittolo. Son producciones muy potentes y frescas, perfectas para el verano. Estarán disponibles el mes que viene, así que sí, tengo bastante material listo para salir. Además, estoy preparando una nueva recopilación veraniega, así que estoy muy motivado. Todo apunta a que será un verano muy movido.

¿Cuál crees que es la mayor idea equivocada que tienen los artistas sobre el papel de las discográficas?

No sé si hay una única gran idea errónea, pero me sorprende que muchos productores sigan obsesionados con fichar por sellos grandes. Piensan que es el único camino al éxito. Está claro que las majors cuentan con presupuesto, estructura y contactos para dar un empujón a un lanzamiento, pero si tu track es realmente bueno, un sello independiente con visión y pasión por la música puede darte una exposición similar e incluso mayor implicación.

Creo que vale la pena tenerlo en cuenta. No hay que pensar que una discográfica grande va a hacer más por ti solo por su nombre.

Si tienes un tema sólido, busca un sello que encaje con tu sonido, que te entusiasme, aunque no sea mainstream. Fichar por un buen sello indie puede marcar la diferencia. Así que sí, diría que una de las creencias más comunes —y equivocadas— es pensar que necesitas una gran discográfica para triunfar

¿Qué consejo le darías a tu yo más joven, cuando empezabas en la música?

Le diría: mantén el foco. La concentración es clave, y a veces es fácil dejarse llevar por distracciones. Mirando atrás, creo que podría haber aprovechado mejor el tiempo cuando tenía veintitantos. Había demasiadas cosas alrededor que me desenfocaban.

Así que mi consejo sería intentar minimizar las distracciones improductivas, porque al final lo vas a agradecer.

Sí, pero a veces esas distracciones también ayudan a desconectar. Cuando estás metido en una producción y te atascas, salir un momento o cambiar de aires puede darte una idea fresca…

Totalmente de acuerdo. Al final se trata de encontrar el equilibrio justo. No dejarse llevar demasiado, pero tampoco obsesionarse. Una distracción puntual puede ayudarte a ver las cosas desde otro ángulo, o incluso desbloquear una sesión que se había quedado estancada. También es importante cuidar la salud mental, y para eso viene bien despejarse de vez en cuando.

Bueno, eso es todo. ¡Muchísimas gracias por la entrevista para RevistaDJ!

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