¿Qué es la masterización? Entendiendo el arte de la masterización musical

de RevistaDJ
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¿Qué es la masterización? Entendiendo el arte de la masterización musical

La masterización es el paso final del proceso de producción musical, que garantiza que un proyecto esté pulido y listo para su lanzamiento. Pero, ¿qué es exactamente la masterización musical y es realmente necesaria? En este artículo te ofrecemos toda la información que necesitas para entender el proceso de masterización y por qué es importante.

Orígenes e historia de la masterización musical

En los primeros tiempos de los estudios de grabación electrónicos, los artistas tenían que tocar y grabar sus temas en directo y en tiempo real con un solo micrófono y un amplificador. En lugar de grabarse paso a paso, la música se cortaba directamente en acetato. La introducción de la tecnología de cinta magnética analógica cambió el proceso y creó la profesión de «ingeniero de masterización». Su trabajo consistía en supervisar las frecuencias y los niveles de una grabación para controlar los saltos de la aguja. Las grabaciones en cinta se transferían a una plantilla que funcionaba como copia maestra, lo que permitía la producción a gran escala de discos de vinilo.

La función de un ingeniero de masterización ha cambiado constantemente con los continuos avances tecnológicos que se producen en los estudios de grabación. Cuando las grabaciones multipista se sustituyeron por cintas maestras de dos pistas, se introdujeron herramientas como ecualizadores y limitadores. Estas innovaciones permitieron mejorar el sonido antes del corte final, una técnica que se hizo cada vez más popular durante el auge de la música pop de los años 50 y 60. Fue durante esta época cuando el papel del ingeniero de sonido empezó a cambiar. Fue durante esta época cuando se estableció realmente el papel del ingeniero de masterización, tal y como lo conocemos hoy. Los ingenieros de masterización más cualificados han desempeñado un papel fundamental en el éxito de muchos discos. Por esta razón, fueron bien remunerados por sus importantes contribuciones.

Hasta la década de 1980, la demanda de ingenieros de masterización con talento no dejó de crecer. A partir de los 80, los avances de la tecnología digital empezaron a reconfigurar el sector. Con la introducción del software de grabación y edición digital, muchos procesos que antes requerían un ingeniero de masterización podían realizarse ahora con nuevas herramientas y tecnologías. Aunque este cambio hizo que la masterización fuera más accesible para artistas y productores independientes, los profesionales cualificados seguían siendo esenciales para garantizar un sonido de alta calidad.

Hoy en día, a pesar de la disponibilidad de software avanzado, los ingenieros de masterización de audio con experiencia siguen siendo muy solicitados por su pericia a la hora de pulir las grabaciones. Al mismo tiempo, los principiantes con poco presupuesto recurren a menudo a las herramientas de masterización de AI, que les permiten empezar a publicar sus temas y crear una audiencia.

Por qué es necesaria la masterización musical
Coherencia entre soportes, dispositivos y proyectos

La masterización es un paso esencial en el proceso de producción por varias razones, una de las cuales es la coherencia. El arte de la masterización reside en la capacidad de crear un sonido equilibrado que satisfaga una serie de exigencias. Sin embargo, conseguir esta coherencia es todo un reto debido a la amplia gama de opciones y dispositivos de reproducción, como equipos de alta fidelidad, auriculares, radios, sistemas de coche, sistemas de sonido de discoteca y dispositivos portátiles. Una pista que suena bien en el estudio puede sonar turbia en el coche, lo que exige más ajustes. Por eso, una de las tareas esenciales de un ingeniero de masterización es garantizar que un lanzamiento suene bien en todos los soportes.

La coherencia también implica mantener la uniformidad en un proyecto con varias canciones. Por ejemplo, cuando se trabaja en un álbum, el volumen de cada pista debe considerarse en el contexto de todo el disco, ya que el oyente no debe tener que ajustar el volumen entre pistas. Los ingenieros de masterización también son responsables de ensamblar el proyecto colocando todas las pistas en el orden correcto y, si se desea, asegurándose de que se mezclen suavemente entre sí. El volumen uniforme, la cohesión del sonido y la fluidez crean una experiencia auditiva perfecta en todo el proyecto.

Sonoridad y preparación para la distribución

La segunda tarea clave de un ingeniero de masterización es preparar la versión para su distribución. Este paso implica cumplir las normas del sector y diversos requisitos técnicos, como la normalización de la sonoridad. La normalización de la sonoridad es crucial para garantizar que las pistas no estén demasiado comprimidas ni demasiado bajas y se ajusten a las normas de sonoridad de las distintas plataformas de distribución.

Uno de los principales debates en la masterización gira en torno a la dinámica. Esta cuestión cobró protagonismo con la introducción de la tecnología digital, que hizo que las grabaciones se hicieran cada vez más ruidosas debido al mayor uso de compresores y limitadores. Como resultado, la dinámica natural de una canción 

las variaciones entre pasajes más altos y más bajos- empezó a resentirse y a minimizarse. Este efecto se nota especialmente en la radio, donde los procesadores dinámicos y los efectos psicoacústicos afectan aún más al sonido.

Por razones psicológicas, las grabaciones más altas suelen sonar subjetivamente «mejor». Esta situación acabó dando lugar a la llamada «Guerra de la sonoridad», que se ha enfrentado a las críticas de los ingenieros de masterización que abogan por un resurgimiento de la dinámica en las grabaciones. Sin embargo, la importancia de la dinámica puede variar considerablemente según el género. Además, los oyentes más jóvenes se han acostumbrado a un sonido menos dinámico. Las plataformas de streaming también han contribuido a esta tendencia al normalizar determinados estándares de sonoridad, lo que ha dado forma al enfoque actual de la masterización.

Formato de archivos, metadatos y aspectos técnicos

Otro elemento crucial de la masterización es el formato de los archivos, necesario para proporcionar a los distribuidores los archivos correctos. La mayoría de los distribuidores sólo aceptan opciones de alta calidad como WAV o FLAC, que también son las preferidas por la mayoría de las plataformas para preservar la fidelidad del audio. Además, los archivos masterizados tienen que cumplir ciertas especificaciones técnicas, como la frecuencia de muestreo, la profundidad de bits y las convenciones de denominación de archivos.

Los metadatos incrustados en los archivos de audio incluyen títulos de pistas, nombres de artistas, información sobre álbumes y códigos ISRC. Estos últimos son importantes para el seguimiento, la notificación de reproducciones, las ventas y el cobro de derechos de autor. Aunque los ingenieros de masterización suelen encargarse de esta tarea, los artistas también pueden verificar e introducir esta información durante el proceso de distribución para garantizar una correcta catalogación y visualización en los servicios de streaming y las tiendas en línea. Por último, el control de calidad final implica comprobaciones exhaustivas para identificar y corregir problemas, como distorsiones, recortes u otros errores.

Masterización: pasos clave y herramientas esenciales
Tareas principales y plug-ins

Durante el proceso de masterización, los elementos clave que hay que tener en cuenta son las frecuencias bien equilibradas, una imagen estéreo nítida, la compatibilidad mono y la dinámica. Garantizar unas frecuencias bien equilibradas implica ajustar el balance tonal para que ninguna gama de frecuencias en particular consuma la grabación. Esto se consigue normalmente con ecualizadores y analizadores de espectro. Una imagen estéreo nítida, pintada con ensanchadores e imaginadores estéreo, ayuda a mantener la sensación de espacio. En cambio, la compatibilidad mono garantiza que la pista suene bien aunque se reproduzca en sistemas mono. En este contexto, los medidores de fase ayudan a detectar problemas de fase (es decir, un «choque» de frecuencias). Por último, los ingenieros utilizan compresores y limitadores para gestionar la dinámica, controlar el rango entre las partes más altas y más bajas de la pista, evitar la distorsión y conseguir un sonido cohesivo y pulido.

Herramientas de masterización de audio: hardware y software

Los profesionales de la masterización moderna suelen tener acceso a diversas opciones de hardware y software para lograr todos los objetivos pertinentes. El hardware se valora por su precisión y sus características sonoras únicas. Entre las herramientas clave se incluyen ecualizadores, compresores y limitadores. A veces se utilizan máquinas de cinta analógicas y convertidores de alta calidad para añadir calidez y mantener la fidelidad del audio.

Quienes trabajan con software suelen esforzarse por emular el sonido de los equipos analógicos. Muchas soluciones de software se acercan a la réplica del sonido original a un coste mucho menor, lo que ha contribuido al importante crecimiento de los estudios de masterización y al correspondiente descenso de los precios. El auge de los servicios de masterización en línea en los últimos años refleja esta tendencia.

La tecnología digital ha suscitado debates desde que se popularizó en los años setenta. Los fans de lo analógico critican a veces la falta de «calidez» y la baja resolución de las grabaciones digitales, lo que en un principio se debía a sus tasas de bits relativamente bajas (16Bit). La tormenta se ha calmado un poco desde entonces, y la mayoría de los estudios utilizan ahora una saludable mezcla de equipos analógicos de eficacia probada combinados con la última tecnología digital (que se ha desarrollado excepcionalmente bien en los últimos años). Los mejores estudios de masterización poseen un impresionante arsenal de equipos analógicos y plug-ins de primera calidad. Acertar con la monitorización también es muy importante: es esencial utilizar altavoces neutros y equilibrados, y los estudios de masterización suelen tener varios sistemas de altavoces diferentes para poder hacer buenas comparaciones.

¿Deberías masterizar tu canción en casa?

Dadas las tendencias actuales y la accesibilidad de las herramientas virtuales, los artistas pueden dar por sentado que pueden masterizar sin esfuerzo sus propios lanzamientos. Esta creencia no es del todo cierta ni falsa; más bien depende de las intenciones, el presupuesto y el nivel de profesionalidad deseado. Para quienes aspiran a una calidad industrial similar a la de los mejores artistas, trabajar con un ingeniero de masterización profesional es la mejor opción, ya que tienen acceso a espacios acústicos debidamente tratados y a equipos de escucha y externos de alta calidad.

Sin embargo, los artistas que acaban de empezar o tienen un presupuesto limitado pueden intentar masterizar sus propias grabaciones. Pueden aprender con tutoriales o utilizando herramientas de masterización de AI en línea. A la hora de buscar tutoriales, es aconsejable recurrir a vídeos producidos por profesionales. Aunque al principio pueden parecer abrumadores, estos recursos te ayudarán a entender la terminología y te proporcionarán información precisa. Otra opción es explorar las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial para la masterización, como nuestra herramienta de masterización AI.

Por último, hay que tener en cuenta dos cosas más, ambas relacionadas con la frase «arreglarlo en la mezcla». Esta frase explica que una canción mal mezclada no sonará mejor sólo con la masterización, ya que ésta se centra en el conjunto más que en los detalles. De hecho, sólo amplificará los errores cometidos en la mezcla. Por lo tanto, si no te gustan todas las versiones de tu producto masterizado, el problema puede estar en la mezcla.

En segundo lugar, gracias a las nuevas tecnologías, muchos estudios de masterización ofrecen la «masterización stem», en la que varias pistas individuales (normalmente ocho pistas estéreo, como voces, batería y bajo) se masterizan por separado en lugar de utilizar un único archivo mezclado. Este método da más flexibilidad al ingeniero de masterización y le permite corregir los errores individualmente. No obstante, la calidad de la mezcla sigue siendo crucial: si las derivaciones están mal mezcladas, el resultado de la masterización será negativo.

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