Un nuevo informe publicado por la revista Harper’s afirma que Spotify está llenando algunas de sus listas de reproducción musicales más importantes con obras de «artistas fantasma», un grupo de músicos que crean grandes cantidades de música para distribuirlas específicamente en la plataforma de streaming.

Según la periodista Liz Pelly, quien el próximo año publicará su libro «Mood Machine: The Rise Of Spotify And The Costs Of The Perfect Playlist», la música que se ofrece a través de estos medios está sujeta a tasas de regalías más bajas y, en última instancia, ayuda a aumentar los márgenes de beneficio de Spotify. Según se informa, esta práctica es más frecuente en listas de reproducción con un fuerte componente instrumental, centradas en géneros como el hip-hop lo-fi, el ambient, el jazz y la música clásica.

Entre las listas de reproducción que el informe de Pelly menciona como ricas en contenido de «artistas fantasma» se encuentran Deep Focus, con más de 4,5 millones de suscriptores, Cocktail Jazz y Ambient Relaxation. Internamente, las canciones de estos artistas se conocen como Perfect Fit Content (PFC).

Se alega que existen más de 500 «artistas fantasma» en Spotify, pero que su trabajo en realidad es creado por un pequeño grupo de unos 20 compositores que operan bajo diversos alias.

El informe de Pelly alega que PFC «presenta la imagen de un futuro en el que, a medida que los servicios de streaming relegan la música a un segundo plano y normalizan el relleno anónimo y económico de listas de reproducción, la relación entre oyente y artista podría romperse por completo».

Spotify no ha respondido al nuevo artículo al momento de escribir este artículo, pero esta no es la primera vez que se presentan acusaciones de este tipo contra la compañía. En 2017, la compañía negó informes similares que afirmaban que estaba llenando sus listas de reproducción más populares con música de artistas falsos, calificando las afirmaciones de «totalmente falsas, punto».

A principios de este año, la compañía decidió desmonetizar todas las canciones de la plataforma con menos de 1000 reproducciones. Esto formaba parte de una nueva política de regalías dirigida a la música «funcional» y sin ruido.